domingo, 6 de junio de 2010

Las Navatas: Porque me gustan las Navatas.

Las nabatas me gustan por varios motivos. Unos sentimentales, mis hijos son bisnietos de nabatero y donde resido el Sobrarbe había sido casa también de Nabateros. Desde las montañas de los alrededores usando las pendientes naturales y mulos donde podían, bajaban los troncos hasta la placheta entre Laspuña y Escalona y allí armaban la nabata de trancos que harían descender hasta Tortosa, Produce admiración pensar en lo bien puestos que los tenían esos hombres que se jugaban la vida en cada viaje, solos ellos y el río, así durante siglos... Ahora se ha transformado en una agradable fiesta- aventura, que dura entre una hora y dos horas y con los riesgos controlados, como debe ser, el día anterior al descenso algunos de los mejores monitores de rafting del Sobrarbe, también navateros expertos descienden en canoa para ver el mejor camino para el descenso, todos bajamos el río con una póliza de seguro que se confecciona en el ultimo momento del descenso, y Cruz Roja, Guardia Civil y Proteccion Civil toman posiciones en algunos puntos del descenso, que en todo momento del trayecto es aplaudido por espectadores situados en lugares estratégicos del recorrido, nada que ver con la soledad y el riesgo de nuestros antecesores nabateros, aunque compartamos con ellos el placer que caminar sobre los troncos río abajo en algunos momentos produce.
Pero hay algo mas, mucho mas, antes de la fiesta del descenso. Desde el primer menguo del año, esto es a finales de enero cuando se cortan las ramas de sauce o avellano con las que atar los troncos y hasta el descenso y posterior recogida de troncos hay una cantidad de horas de duro trabajo colectivo de navateros y voluntarios que se acercan a echar una mano, que eso si, siempre, de forma casi ritual, empieza la mañana con unas brasas para asar la panceta o longaniza y hacer los huevos fritos y unos buenos tragos de vino de la bota, que hay que hacer fuerzas para echarle mano a la tarea, y las bromas y las risas, el buen ambiente existente entre todos, viéndonos ahora uno se puede imaginar la camaradería y alegría de los antiguos navateros que formaban reducidos grupos y que encima de la navata dependían de la pericia y compenetración de todos ellos, para llegar salvos a destino. En fin me encantan las navatas y todo lo que las rodea, aunque yo sea un navatero un poco especial y que el primer berdugo que retorcí y que por supuesto me quedo inútil total para su función, me lo lleve y lo utilice para hacer una lampara, un aplique de pared que esta en la entrada de casa... y alguna otra cosa que ya fotografiare y compartiré con todos.


Este es solo uno de los muchos y buenos vídeos que en youtube se pueden encontrar sobre las Navatas. Muy recomendable la película de Eduardo Monesma uno de cuyos fragmentos se puede ver en un anterior post.

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