El otro día entre la bruma matutina y antes de tomar mi primer café, aparecieron ante mi estos huevos de los lagartos siderales, que después se transformaron en inertes balas de hierba, que daban un aspecto muy interesante y especial al paisaje.
En cuanto las vi en toda su extensión sentí un reprimido deseo de pintar una de ellas de un bonito rosa pastel.(Color por cierto que solo goza de las preferencias del 2% de la población.)... De ese deseo truncado salen estos cutre-paint.
sábado, 3 de julio de 2010
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