jueves, 1 de julio de 2010

El nido esta lleno de vida.

Dentro del nido los pajaritos esperando que pasen pocos días y arranquen a volar. Cada vez mas las cosas sencillas me llaman la atención, como este nido lleno de vida, en cuya construcción no ha quedado nada al azar. La ubicación de fácil acceso desde el aire, pero disimulada y fuera del alcance de sus posibles depredadores, al abrigo de la meteorología adversa, a salvo de la lluvia, el viento y el sol directo. La forma interna perfecta para contener los huevos y al adulto que los calienta y protege, a la vez conforme los polluelos crecen les permiten mantener en cuerpo caliente en el interior del nido entre sus hermanos y mantener la cabeza fuera para recibir alimento y no asfixiarse entre el barullo de cuerpecillos. Que cantidad de viajes transportando barro hasta conseguir ese aspecto solido y pétreo, ¡hasta del mismo color de las piedras donde esta adherido esta conseguido! Cualquiera diría que el instinto de esas aves es tan sabio que incluye la ingeniería y la arquitectura, el diseño ergonómico y la climatización, el feng shui y el camuflaje, una gran capacidad de trabajo y tesón y una aun mayor de dar amor... Y que descanso para los padres cuando por fin empiecen a volar y coger sus propios gusanos.
Pero no solo los pájaros hacen su nido, también hay quien construye su casa.



Rato a rato...con mucho trabajo. Le deseo el mismo éxito.

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